viernes, 12 de agosto de 2016

La señora de la ventana

Lucas paró en un pequeño parking que estaba justo a la vera de la playa, se bajó y, pese al viento y la lluvia, fuimos a pasear por un camino para estirar sus piernas. Estábamos en una pequeña urbe en la costa sur. Cruzó la calle con la esperanza de sacar partido del poco de cobijo que en una fila de casas pudo encontrar. Dio un corto paseo, pero se lo pensó y volvió de nuevo caminando de regreso al vehículo.

Al pasar al lado de una casa se dio cuenta de que había una mujer de pie en la enorme ventana mirando el espantoso tiempo que hacía. Ella llamó la atención de Lucas y sonrió. Lucas dejó de pasear y le devolvió la sonrisa. La mujer hizo un ademán con las manos instando a Lucas a que fuera a la puerta principal. "Pobre de ti, estarás completamente congelado", afirmó mientras que se abría la puerta. "Vamos adentro y entras un poco en calor". Ella era una preciosa mujer de mediana edad como las típicas amas de casa, con pelo largo pelirrojo natural, bien vestida y llevaba dos sandalias con correa en el tobillo con tacones altísimos, aunque podía pasear con ellos con elegancia.

"Ven conmigo", afirmó y llevó a Lucas por el corredor y por una puerta en el baño más suntuoso que Lucas había visto jamás. "Vamos", afirmó " y le quitó sus prendas húmedas". Ya antes de percatarse, Lucas estaba allá de pie desnudo, tan solo llevaba puestos los calzoncillos "mmmm atractivísimo", dijo la chica, ¿tu eres tímido verdad?, vamos, quítate los calzoncillos... En ese corto tiempo mientras se desnudaba su pene había crecido mucho y se había puesto duro y largo. "Oh, parecía pequeño pero se ha puesto muy grande", exclamó. "Ven conmigo", agarró su pene duro y lo llevó por las escaleras,

Llegaron a una habitación pintada de obscuro con iluminación y piezas extrañas con los muebles cubiertos y Lucas estaba realmente nervioso. Había una enorme jaula en el rincón y Lucas podía prácticamente ver que había alguien en su interior. Efectivamente había invitados, pudo ver que se trataba de una mujer joven la que estaba en la jaula y llevaba lo que parecía ser una malla de goma con las mangas largas. Ella asimismo llevaba tacones altísimos. ¿Ella es tu esclava?, la mujer mayor le afirmó "si, es mi secreto y mi juguete, tranquilo porque te dejará jugar con ella". En ese instante Lucas tenía esperma sin tocarse. Ella sujetó de su pene con un guante de látex y le dijo a la chica: "Ponte de rodillas y venera a mi hijo y asegúrate de hacer un buen trabajo" "Sí, Ama" afirmaron tanto Lucas como la chica de la jaula.

Una vez que había dado a los dos zapatos un buen lametazo, le dijo que se pusiera de espaladas y después le quitaron la falda a la chica y la pusieron sobre su cabeza, fue todo cuanto dijo y se puso de cuclillas y se frotó su jugoso coño en la cara. Lucas lamió y chupó su coño rojizo, y ella lo animaba: "Vamos, la lengua hasta el fondo, quiero sentirla dentro de mi".

Tras un rato se levantó se aproximó a la jaula y dejó que su esclava prosiguiera el trabajo. Puso a su esclava en las rodillas y en frente de Andy. Ella se interpuso entre ellos su coño y dijo: "ahora me lo coméis juntos", (era la primera vez de Lucas)

La joven lamió su coño y Lucas lamió su gran culo. Una vez que la señora había soltado un par de corridas, se distanció de los esclavos mientras que se dirigía cara la puerta, se volvió y dijo: "Volveré pronto, os dejo que os conozcáis"...